Cuatro centenares de personas se unieron el sábado por la tarde en la Plaza de San Pedro en Roma para protestar contra la decisión del Vaticano de no apoyar la propuesta de la ONU por parte de Francia a la despenalización universal de la homosexualidad.
El Vaticano, que aboga permanentemente en contra de la pena de muerte, se niega a apoyar la propuesta de Francia, ya que considera que el proyecto de resolución propuesto un activo para los partidarios del matrimonio gay.
"Criminalizar a los gays es malo, pero despenalizar la homosexualidad, peor". Así ha respondido el Vaticano a la propuesta francesa para que la ONU abogue por la despenalización de la homosexualidad en el mundo. Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede, rechazó la iniciativa de Francia (en nombre de la Unión Europea) para que Naciones Unidas obligue a determinados países a dejar de considerar como delito las relaciones entre personas del mismo sexo.
El Vaticano, de esta forma, se ha mostrado más preocupado por determinados países que por los ciudadanos que sufren sus leyes discriminatorias. "El catecismo de la Iglesia católica dice, respecto a los homosexuales, que se deben evitar las discriminaciones injustas. Pero, en este caso, la cuestión es otra", dejó claro Migliore a la agencia francesa especializada en información religiosa I.Media, cuyo teletipo ha saltado a las portadas de los principales diarios digitales italianos.
Los manifestantes, con una vela en la mano y otros con una soga alrededor de su cuello, se unieron bajo la bandera de las asociaciones italianas para la Defensa de los homosexuales. Activistas critican el "mal de decisiones tomadas por el Vaticano" ya que sigue considerando la posibilidad de que la homosexualidad es un crimen ", dijo Aurelio Mancuso, presidente de Arcigay, quien recordó que la homosexualidad sigue siendo avalada con la muerte en nueve países.
