A muchos les aburre o piensan que es algo repetitivo, que es necesario estar borracho o drogado para entender este tipo de música. A todas estas personas déjenme decirles que están bastante equivocados. Se le definine como "música creada por medio de computadoras o instrumentos electrónicos" o como "música sin alma" porque no la hizo una persona, sino una computadora. Muchas veces se basa en samplers y loops.
Pero la verdad es que hay mucho más detrás de todo esto. Más que una moda, más que un simple DJ, más que drogas, más que lo que se logra ver... es toda una cultura y un movimiento que, literalmente, se mueve. La música electrónica encierra toda una cultura, un movimiento y estilo de vida, así como el Rock, el Punk, y el Reggae, por nombrar algunos. Así que no es sólo una simple moda que se dejó venir o algo que de repente sonó y lo comentó un conocido.
Para poder escuchar la música electrónica, eso es lo que hay que hacer: escuchar. Todos sabemos de Beethoven, Mozart, etc... Sabemos que tienen obras maestras en la música clásica, pero ¿sabemos por qué? Lo dudo porque no nos hemos sentado a escuchar su música. Esta es una sencilla conclusión de por qué tal vez no nos guste la música electrónica. Parecería que la música clásica es aburrida por que no tiene ritmo, no la ponen en los bares o en las discoteca, ni qué decir de llevarla en el carro a todo volumen. Pero si algún día dedicamos 30 minutos a sentarnos a escuchar podemos llegar a entender por qué los creadores de esta música llegaron a ser vistos como maestros.
Además tenemos la mala costumbre de hacer lo que se nos de la gana y lo que menos hacemos es escuchar un consejo de alguien. Abrir la mente, escuchar, detenerse, pensar y procesar es algo muy difícil en estos días de ritmo de vida agitado. Pero se puede lograr.
Si logramos educarnos en lo que significa escuchar podemos abrirnos a muchas cosas. He aquí la esencia de la música electrónica: abrir la mente, escuchar, detenerse, pensar y procesar los diferentes sonidos que la música electrónica nos presenta para luego dejarnos llevar y realmente sentir lo que escuchamos.
A diferencia de la música Pop que se oye en la radio donde apenas importan las letras y sí la imagen del artista y cuántos discos vende, en la música electrónica los artistas son más conocidos como DJ's. Su carrera está basada en la calidad y el estilo de la música electrónica que tocan y en lo que han hecho para sobresalir ante otros DJ's. Su imagen es lo de menos. No importa qué visten ni de dónde son. Las letras sí son importantes ya que vienen de vocalistas reconocidos. Pero en lugar de vender discos, de lo que se trata es de ver en qué lugares del mundo han estado tocando su música. Cuando un DJ hace su propia música se convierte en DJ/Productor. Estas canciones pueden durar hasta 10 minutos, lo que permite que se aprecie en su máxima expresión lo que el DJ/Productor nos quiere hacer sentir.
La música electrónica puede ser muy fuerte, muy suave, muy sentimental o todo esto al mismo tiempo hasta causar euforia. Cuando de verdad la sentimos, la música electrónica puede ser más profunda que las canciones de amor o de despecho que escuchamos en la radio.
Puede ser que sintamos que se trata de una tendencia reciente, cuando vemos que hay un DJ en la publicidad de algún producto o cuando este tipo de música se escucha en los bares y clubes de moda, pero esto no es así. La música electrónica ha estado presente desde los 80’s y ha evolucionando poco a poco, al igual que la tecnología. Se podría decir que ambas van de la mano. Una moda tiene su apogeo, su “hay que tenerlo”, sale su copia pirata y luego cualquiera la tiene. Con la música electrónica no es así. Ha reservado un lugar, captando la atención sin necesidad de llegar a ser lo que “hay que tener”. No sólo se trata de vestirse fashion y de decir que fuiste el fin de semana pasado a la fiesta que anunciaron por la radio. Es un estilo de vida en donde siempre se le da prioridad a la música: qué fiestas hay durante el mes, qué DJ’s estarán presentes, los nuevos lanzamientos, el fanatismo hacia el desvelo, la parranda continua, el deseo del baile colectivo individualista y el sentirse identificado en el estilo de música electrónica que uno le gusta, ya que no sólo se trata de trance, techno y house, sino de mucho más.
Texto: Leviathan.
Pero la verdad es que hay mucho más detrás de todo esto. Más que una moda, más que un simple DJ, más que drogas, más que lo que se logra ver... es toda una cultura y un movimiento que, literalmente, se mueve. La música electrónica encierra toda una cultura, un movimiento y estilo de vida, así como el Rock, el Punk, y el Reggae, por nombrar algunos. Así que no es sólo una simple moda que se dejó venir o algo que de repente sonó y lo comentó un conocido.
Para poder escuchar la música electrónica, eso es lo que hay que hacer: escuchar. Todos sabemos de Beethoven, Mozart, etc... Sabemos que tienen obras maestras en la música clásica, pero ¿sabemos por qué? Lo dudo porque no nos hemos sentado a escuchar su música. Esta es una sencilla conclusión de por qué tal vez no nos guste la música electrónica. Parecería que la música clásica es aburrida por que no tiene ritmo, no la ponen en los bares o en las discoteca, ni qué decir de llevarla en el carro a todo volumen. Pero si algún día dedicamos 30 minutos a sentarnos a escuchar podemos llegar a entender por qué los creadores de esta música llegaron a ser vistos como maestros.
Además tenemos la mala costumbre de hacer lo que se nos de la gana y lo que menos hacemos es escuchar un consejo de alguien. Abrir la mente, escuchar, detenerse, pensar y procesar es algo muy difícil en estos días de ritmo de vida agitado. Pero se puede lograr.
Si logramos educarnos en lo que significa escuchar podemos abrirnos a muchas cosas. He aquí la esencia de la música electrónica: abrir la mente, escuchar, detenerse, pensar y procesar los diferentes sonidos que la música electrónica nos presenta para luego dejarnos llevar y realmente sentir lo que escuchamos.
A diferencia de la música Pop que se oye en la radio donde apenas importan las letras y sí la imagen del artista y cuántos discos vende, en la música electrónica los artistas son más conocidos como DJ's. Su carrera está basada en la calidad y el estilo de la música electrónica que tocan y en lo que han hecho para sobresalir ante otros DJ's. Su imagen es lo de menos. No importa qué visten ni de dónde son. Las letras sí son importantes ya que vienen de vocalistas reconocidos. Pero en lugar de vender discos, de lo que se trata es de ver en qué lugares del mundo han estado tocando su música. Cuando un DJ hace su propia música se convierte en DJ/Productor. Estas canciones pueden durar hasta 10 minutos, lo que permite que se aprecie en su máxima expresión lo que el DJ/Productor nos quiere hacer sentir.
La música electrónica puede ser muy fuerte, muy suave, muy sentimental o todo esto al mismo tiempo hasta causar euforia. Cuando de verdad la sentimos, la música electrónica puede ser más profunda que las canciones de amor o de despecho que escuchamos en la radio.
Puede ser que sintamos que se trata de una tendencia reciente, cuando vemos que hay un DJ en la publicidad de algún producto o cuando este tipo de música se escucha en los bares y clubes de moda, pero esto no es así. La música electrónica ha estado presente desde los 80’s y ha evolucionando poco a poco, al igual que la tecnología. Se podría decir que ambas van de la mano. Una moda tiene su apogeo, su “hay que tenerlo”, sale su copia pirata y luego cualquiera la tiene. Con la música electrónica no es así. Ha reservado un lugar, captando la atención sin necesidad de llegar a ser lo que “hay que tener”. No sólo se trata de vestirse fashion y de decir que fuiste el fin de semana pasado a la fiesta que anunciaron por la radio. Es un estilo de vida en donde siempre se le da prioridad a la música: qué fiestas hay durante el mes, qué DJ’s estarán presentes, los nuevos lanzamientos, el fanatismo hacia el desvelo, la parranda continua, el deseo del baile colectivo individualista y el sentirse identificado en el estilo de música electrónica que uno le gusta, ya que no sólo se trata de trance, techno y house, sino de mucho más.
Texto: Leviathan.
