Quería contarte una historia, talvez como Ian McEwan o Dante Alighieri que son mis favoritos.
Pero yo no escribo como lo hacían antes, como una Virginia Woolf.Sabes, hay personas que lloran cuando escuchan ópera. Encuentran en una pieza de Giussepe Verdi una excusa para sacar muchos de los sentimientos que tienen miedo a afrontar, un miedo que nace al saber que hay ciertas cosas tan pequeñas que no tienen el lujo de obtener, y otras que desean tanto, que simplemente no se dan, personas con una autoestima tan alta que es un tanto imposible creer que aprendieron a reír solo para usar la risa como una máscara, al saber que aunque no se está bien, bien emocionalmente, es una buena arma para estarlo con el tiempo. Pero sin esa risa, no son más que unas personas vulnerables.
Hay personas que son fantasiosas, tan fantasiosas, que al parecer son producto de un contacto algo extremo con la falta de compañía que es igual a soledad, es una palabra fuerte, pero hay pocas persona que son capaces de procesar la soledad, y el producto de ese proceso es una autoestima alta, ellos si que saben reír.Son grados de locura, no se si son buenos o malos, pero son pequeñas cosas tal vez sin importancia, pero son claves para darle sentido a la palabra “especial”.Quería contarte una historia, pero no escribo como antes, pero pienso que hay cosas que prefiero escribirlas que decirlas.
Sabes a veces lloro cuando escucho ópera, y sabes cuál es el sentido de la palabra “especial” para alguien como yo?, es poder escribirte estas cosas, gracias por ser tan especial conmigo, gracias por estar ahí siempre.
To my best friend.
