Texto Por: Allan Martinez
Siempre pasa lo mismo con las películas de Tarantino, aquí en Guatemala. Vienen igual de tarde que el desarrollo, la educación, la salud, etc. Por lo menos al cine llega, lo otro, bueno... tengo que decir que tenía mis expectativas acerca de la película que se me vinieron al suelo pero surgieron otras que me gustaron. Deshuesémosla.
Siempre pasa lo mismo con las películas de Tarantino, aquí en Guatemala. Vienen igual de tarde que el desarrollo, la educación, la salud, etc. Por lo menos al cine llega, lo otro, bueno... tengo que decir que tenía mis expectativas acerca de la película que se me vinieron al suelo pero surgieron otras que me gustaron. Deshuesémosla.
Los Inglourious Basterds está basada en una película italiana llamada Aquel maldito tren blindado (1978) de Enzo G. Casteralli que al traducirla para aquel público, en aquel tiempo, fue Inglourius Bastards y de allí parte la inspiración de Quentin para hacer su versión, aunque con la pequeña modificación vocal de Bastards a Basterds para diferenciar...
Si se es un apreciador de Tarantino, como me considero yo, ver sus anteriores películas que son un plagio de otras solo que optimizadas, siempre resulta un deleite ver Perros de Reserva. Disfrute mucho Pulp Fiction, Jackie Brown y Kill Bill I y II en especial la segunda parte. Te atraen los diálogos, el humor, la bestialidad de las escenas y empezás, sin querer, a tener cierto fetiche por la sangre.
Sin embargo creo que aquí Quentin resbaló, creo que empieza a copiarse. Los diálogos son interminables y agotadores. (Tendré que buscar a los hermanos Coen de ahora en adelante). Y si no hemos visto sus películas anteriores seremos muy fáciles de impresionar. De pronto es un tanto aburrida esa palabrería insustancial disfrazada de tensión, pero en otras escenas es genial. La magia se va diluyendo. El único que sacó esa magia fue Mike Myers. Empiezan los créditos de Kill Bill y Pulp Fiction, y la música de Ennio Morricone; es territorio conocido ya.
La película nos introduce en aquella Francia ocupada por Alemania durante la segunda guerra mundial situándonos en una granja olvidada, de pronto invadida por soldados nazis que llegan en sus motos para visitar al dueño. El detective Hans Landa interpretado por Christoph Waltz, el mejor personaje de la película, interroga cándidamente al humilde granjero y le ofrece una salida para salvar a su familia y así, detener el hostigamiento al sospechar que en su casa se esconden judíos. Hasta allí todo bien. Aunque un tanto mareado por los idiomas y el diálogo y cuyo fin de la escena llega cuando le da la gana.
El discurso del teniente Aldo Raine (Brad Pitt) para reclutar a su fuerza élite es inspirador. Raine en un tono sureño, ingenuo y perverso, exige a sus soldados el cuero cabelludo de 100 nazis. Pitt encarnó al típico gringo idiota de manera convincente. Algo que me molestó fue no ver a esta fuerza élite de bastardos en acción tanto como quisiéramos. Me recordó a Bill. No sabemos cómo pelea hasta el final del segundo volumen y en una escena escondida en el DVD sabemos que es un verdadero H.D.P. Otra lectura interesante es el Hitler de Tarantino. Tiene la pinta de Shazam con una capa de collar. Un Adolf desquiciado, divertido y torpe.
Si nos internamos un poco más, la escena de la taberna se me hizo eterna, tensa e interesante. Supongo que todos los actores que quieren darse a conocer en una película de Tarantino, pelean por aportar con sus actuaciones la genialidad que el director exige y para esto necesitan un buen metraje que, de pronto, es extenuante. Hasta las voces de Samuel Jackson y Harvey Keitel aparecieron en un breve cameo a fuerza necia de calzador.
Para los que no la han visto, hay que tenerle paciencia porque es entretenida dentro de lo que ofrece. Depende de uno si entra al juego de Tarantino o no. Los bastardos sin gloria no es una película que responde a la historia real. Es Tarantino's story. "Es mi mejor obra" dice Pitt por Quentin al final. No lo creo pero como dije, hay que armarse de paciencia. Son 2 horas y 33 minutos. Pongo en evidencia mis conflictos.