Betty Boop fue una revolución en muchos sentidos no solo por representar a una mujer que no teme ser protagonista y liberal en muchos aspectos a pesar de la época, sino también por ser la primera vamp del cine animada.
La mítica flapper de los estudios Fleisher no sólo será recordada por su cantito, faldas cortas y erotismo desbordante sino también por usar tecnología de punta que permitía emplear rotoscopio o escenario tridimensionales para sus películas en los lejanos 30 del siglo pasado.
80 años no son nada para un ícono animado, así que en homenaje diremos:
Boop-boop-a-doop-boop!!!
Poor Cinderela en 1992 es seleccionada por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos para preservarla en el Registro Nacional de Películas.