En los 80, una serie de películas de bajo presupuesto se apoderó de las pantallas de cine en la Unión Americana. Distintos directores querían realizar películas de terror, que no les costara demasiado hacer para que pudieran ofrecer sus servicios. Joe Dante, James Cameron, Wes Craven, John Carpenter eran algunos de los nombres. Sean S. Cunninham realizó la historia de un joven muerto en un lago, cerca de un campamento y que tiempo después regresaría a matar a aquellos que le recordaban a su triste infancia. Jason Voorhes debe de ser uno de los personajes icónicos del cine; no solo por la manera de asesinar a sus víctimas, sino por ocultar su cara detrás de una máscara de hockey.
Por Dandy del Sur.